David Spence
Fotos
La actuación del Centro de Arte Alcobendas se vertebra a través de varios ejes fundamentales: la programación de exposiciones, un programa estable de música, un servicio integral de mediatecas, y una red de actividades orientadas a un público tanto infantil como adulto. El centro es, además, sede de la Colección de Fotografía Alcobendas.
La motivación del Centro de Arte Alcobendas reside en favorecer el acceso del público a la cultura contemporánea y a su conocimiento didáctico, en respuesta a su demanda sociocultural, al tiempo que propone un diálogo participativo, que trasciende el ámbito local para acercarse a todos los habitantes de la zona norte, de la Comunidad de Madrid y del ámbito nacional, como un interesante punto de encuentro interactivo.
Ubicado estratégicamente, el Centro de Arte Alcobendas es un edificio de nueva planta construido sobre las anteriores Casa Municipal de la Cultura y Universidad Popular de Alcobendas. La ejecución del proyecto comienza en 2006 y finaliza con la inauguración del centro en enero de 2011, quedando abierto al público y funcionando a pleno rendimiento con todos sus servicios.
El Centro de Arte Alcobendas, obra de los arquitectos Fernando Parrilla Villafruela y María Isabel Muñoz Parrilla, es un edificio contemporáneo, singular, emblemático, que emerge sensual en el centro de la ciudad para mostrar sus formas. El acceso principal se configura como una plaza cubierta por amplios voladizos, que, junto al diseño de las fachadas, en cristal transparente, invita a entrar, escuchar, ver, participar y aprender.
Con nueve plantas y una superficie de 17.214 m², el edificio se vislumbra de forma ascendente y exenta como una escultura que cobija las zonas peatonales de la estancia y que, gracias a su fachada de lamas de colores, se conforma como un foco de atención y referencia, ya sea de día, por la filtración de la luz natural difusa, o de noche, como lámpara de luz artificial al exterior.
Como edificio sostenible, y dotado de instalaciones ecológicas, genera su propia energía a partir de los paneles fotovoltaicos de sus ventanales, y ajardina su cubierta con una capa vegetal silvestre a modo de tapiz, que, al ser autóctona, no necesita mantenimiento. He aquí una bella forma de trasladar la vegetación que existiría en el terreno natural a la cubierta del edificio, devolviendo de este modo a la naturaleza la pertenencia de su espacio.
Fotografías: David Spence
Fuente: web Centro Artes Alcobendas