David Spence
Fotos
El Polideportivo Bilbao Arena, cuyo proyecto fue realizado por los arquitectos Javier Pérez Uribarri y Nicolás Espinsa Barrientos del estudio ACXT, respondiendo al encargo de la Diputación Foral de Bizkaia, Azpiegiturak, fue galardonado con el premio Edificio del año 2011, en la categoría de instalación deportiva, convocado por Arch Daily.
Sus 30.808 m2 ofrecen a los vecinos de Miribilla y a todo Bilbao, un espacio deportivo cuya principal característica es la funcionalidad, a la vez que permiten a la ciudad obtener un nuevo reconocimiento arquitectónico internacional.
El proyecto se desarrolló en la Avda Askatasuna 13, en el barrio de Miribilla, construido sobre antiguas minas de hierro colindantes a la parte vieja de la ciudad, en Bilbao, Bizkaia, España. Un solar con mucho desnivel (46 m de una esquina a otra, en apenas 200 m) en el que el edificio debía quedar en medio del parque del barrio.
El barrio de Miribilla, de nueva construcción, se encuentra cercano al centro de Bilbao, ocupando aproximadamente una superficie de 450.000 m2. En el se han construido nuevas vivienda, un parque, una estación de cercanías, un centro comercial, nuevos viales y varios edificios de equipamiento.
El polideportivo diseñado como una roca, con paneles prefabricados de hormigón, texturados y coloreados en masa del color de la roca caliza gris de la zona. Una roca hueca, en la que los tres espacios del polideportivo se comunican visualmente, escalonadamente, en cascada: acceso a aparcamiento, gimnasios y piscina. Revestida interiormente con paneles verdes, del color del musgo. Y sobre la roca, la masa arbórea del Bilbao Arena.
Fue necesario resolver el complejo programa funcional y de circulaciones:
Durante el día uso de partido, simultaneo a uso del polideportivo, uso de cancha por los vecinos, acceso jugadores, autoridades, público, un local para un posible restaurante mirador, polideportivo con entrada independiente, pero con acceso a pista, para que los vecinos puedan usar la cancha cuando no hay partido, aparcamiento comunicado con ambos espacios, etc… las rocas de piedra caliza que asomaban entre los taludes y los árboles del parque nos dieron la clave.
Dividimos el edificio en dos:
La fachada del Bilbao Arena se diseña permeable en la zona de los pasillos de circulación, de los anillos, por la suma del limitado presupuesto y una clara orientación al bajo consumo, resolviéndose así con una malla de acero galvanizado que se utiliza para contención de taludes de carreteras. De este modo el espacio de los anillos tiene un ambiente exterior que no precisa ventilación ni climatización y aumenta la seguridad en la evacuación en caso de incendio. Cuando el espectador abre la puerta del vomitorio ya está en la calle.
Los pasillos, gracias a esta permeabilidad y a la elevada cota del solar, respecto al centro, se convierten en un mirador de la ciudad.
En los baños, de nuevo, la estrategia de la permeabilidad: un cierre de chapa minionda perforada asegura la privacidad y la ventilación natural sin necesidad de conductos ni equipos de ventilación.
El interior del pabellón arena se reviste íntegramente con chapa minionda perforada, galvanizada o lacada, según zonas, y lana de roca. Conseguimos así unos cerramientos antivandálicos y con unas buenas prestaciones fono-absorbentes que han posibilitado un perfecta inteligibilidad de la megafonía.
En una esquina del Bilbao Arena, en el nivel más alto, el de la copa del árbol, las hojas, se dispuso el local para hostelería, con un núcleo de comunicación vertical con dos ascensores y escaleras, completamente independiente del resto, para posibilitar su funcionamiento en diferentes horarios. Un generoso balcón-terraza ocupa, tras las hojas de chapa, el lugar que en las otras fachadas ocupan las máquinas de climatización. Para posibilitar las vistas hacia la ciudad simplemente retiramos unas hojas.
El polideportivo dispone de piscina, gimnasios y oficinas de gestión del complejo. Las divisiones entre los distintos gimnasios y entre estos y la piscina son de cristal, incluso el pasillo que comunica con el aparcamiento. Se pretende con ello que el edificio resulte seguro para el usuario, sin oscuros pasillos, y controlable visualmente por el personal: todo a la vista.
Fuente: wikiarquitectura